“Reparar la barrera cutánea” puede ser un tema de tendencia en las redes sociales sobre el cuidado de la piel. (¡Ha obtenido alrededor de 2 mil millones de visitas solo en TikTok!) Pero no es un concepto nuevo. De hecho, tener una barrera cutánea robusta y que funcione bien es la base de una piel sana. ¡Pero mantenerla fuerte es otra historia! Los factores ambientales estresantes y otros factores externos (como el uso excesivo de activos para el cuidado de la piel o la exfoliación excesiva) pueden debilitar la barrera cutánea y causar síntomas bastante molestos.
¿Pero cómo saber si tu barrera cutánea está debilitada? ¿Y qué puedes hacer para solucionarlo? A continuación, respondemos a las preguntas más frecuentes sobre cómo repararla. Además, encontrarás consejos de expertos y recomendaciones de productos nutritivos para reparar y prevenir daños en la barrera cutánea.

¿Qué es la barrera cutánea? (¿Y la tuya está sana?)
Pero primero, profundicemos en qué es realmente la barrera cutánea. La barrera cutánea , también conocida como barrera de hidratación o manto ácido, es la capa protectora más externa de la epidermis o estrato córneo. Está compuesta por células muertas, lípidos, proteínas y grasas, dispuestas como una pared de ladrillos para retener la hidratación y proteger la piel de los factores ambientales estresantes, como sustancias químicas, contaminantes y bacterias.
Esta barrera es el principal sistema de defensa de nuestra piel, que retiene lo bueno (la hidratación ) y lo malo. ¡Piensa en tu barrera cutánea como tu propia armadura! Cuando está fuerte, ayuda a que tu piel luzca tersa y saludable. Pero cuando esta barrera protectora se deteriora, tu piel corre el riesgo de deshidratarse, inflamarse, irritarse e incluso contraer infecciones.
Señales de que la barrera cutánea está dañada
Una barrera cutánea debilitada o dañada puede manifestarse de diversas maneras. Estas son las principales señales de que tu barrera cutánea necesita atención:
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Mayor sensibilidad: Según estudios , la sensibilidad cutánea y el daño a la barrera cutánea suelen estar relacionados. Esto puede provocar enrojecimiento, picazón, hiperactividad y otros signos visibles de irritación. Experimentar una sensación de escozor o ardor al aplicar una crema hidratante que suele ser agradable a la piel es otro signo revelador de daño a la barrera cutánea.
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Piel opaca y deshidratada: Cuando la barrera cutánea se debilita, la piel pierde su capacidad de retener la hidratación. El resultado es una piel opaca y deshidratada que se ve y se siente tirante o con picazón. Las líneas de expresión más pronunciadas también podrían indicar una barrera cutánea dañada.
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Enrojecimiento e inflamación: no es raro que la piel luzca más roja o experimente erupciones inflamadas como resultado de una barrera cutánea dañada, especialmente si padece afecciones de la piel como rosácea o eczema.
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Hiperpigmentación: una barrera cutánea inflamada puede provocar una producción excesiva de melanina y provocar manchas oscuras y un tono de piel desigual, especialmente en aquellas personas con tez más oscura.
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Rosácea, eczema o dermatitis: si bien estas afecciones tienen un componente genético, los agresores externos pueden provocar que se agraven.
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Brotes de acné y textura áspera de la piel: La piel con una barrera cutánea deteriorada suele sentirse áspera, escamosa, con bultos o incluso descamada. También puedes notar un aumento de brotes y poros obstruidos a medida que la piel produce más grasa para combatir la sequedad excesiva.
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Infecciones de la piel: Dado que una barrera cutánea dañada facilita la penetración de bacterias, virus y hongos, aumenta considerablemente el riesgo de contraer una infección cutánea. Preste atención a erupciones y síntomas como dolor, hinchazón, enrojecimiento, picazón o pus.
¿Por qué está dañada mi barrera cutánea?
Muchos factores pueden contribuir al daño de la barrera cutánea. A menudo, será obvio por qué está dañada, como si usaste un exfoliante demasiado fuerte la noche anterior, mientras que otras veces puede ser difícil identificarlo con precisión.
Se sabe que los factores ambientales estresantes como el viento, la radiación UV, la contaminación, las temperaturas extremas (calor o frío) y la exposición excesiva al sol debilitan la barrera cutánea. El estrés, los productos agresivos para el cuidado de la piel, el lavado o la exfoliación excesivos, el tabaco y la falta de sueño también pueden afectar la calidad de la barrera cutánea . Las personas con piel seca o sensible son naturalmente más susceptibles a los daños en la barrera de hidratación y deben tener especial cuidado de no dañarla excesivamente.
La buena noticia es que si tu barrera cutánea está dañada, existen maneras de repararla. A continuación, compartimos 6 maneras prácticas de repararla.
Cómo reparar una barrera cutánea dañada
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Para reparar la barrera cutánea, es importante eliminar los activos de tu rutina de cuidado facial hasta que esté completamente curada. Esto incluye ingredientes como retinoides, exfoliantes (físicos y químicos) y vitamina C, así como alcoholes resecantes o fragancias fuertes que pueden causar más irritación. Una vez que tu piel esté sana, puedes reintroducirlos gradualmente en tu rutina.
Opte por un limpiador suave
Cuando sientes la piel tirante y sensible, lo último que quieres es empezar tu rutina con un limpiador que la deje aún más tirante y sensible. Para fortalecer tu barrera cutánea, opta por un limpiador facial suave, con pH equilibrado y sin perfume que no reseque ni irrite la piel. Las fórmulas cremosas, con ingredientes como ceramidas, avena coloidal, alantoína y ácidos grasos, son más suaves e hidratantes que las espumas o los geles.
Utilice ingredientes nutritivos
Para acelerar la reparación de la barrera cutánea, recomendamos crear una rutina de cuidado facial matutina y nocturna centrada en productos calmantes y nutritivos. Una barrera cutánea deteriorada no retiene la humedad como de costumbre; ¡necesita un poco de ayuda extra! Usar una combinación de humectantes y emolientes en tu rutina ayudará a reducir visiblemente la irritación, mejorar la hidratación y restaurar la integridad de la piel. Aquí tienes la información:
Los humectantes proporcionan una hidratación intensa al extraer agua del aire o de la superficie de la piel hacia las capas más profundas. Incorpora humectantes como ácido hialurónico, glicerina, péptidos, hongo de nieve y aloe vera para ayudar a calmar, rellenar y restaurar los niveles de hidratación.
Los emolientes son ingredientes que forman una película protectora sobre la piel, ayudando a retener la humedad y a prevenir la pérdida de agua. Calman, suavizan y aportan mayor elasticidad a la piel. Busca emolientes como escualano, aceites vegetales, manteca de karité y ácidos grasos (incluidos los ácidos esteárico y palmítico) para nutrir y fortalecer la barrera cutánea.

No te saltes la esencia
Para la mayoría de nosotras, una rutina para reparar la barrera cutánea requiere más que un limpiador facial y una crema hidratante. Recomendamos encarecidamente añadir una esencia hidratante, como nuestra TremellaGlo Essence , a tu rutina de cuidado facial matutina y nocturna para aportar a tu piel una dosis extra de ingredientes que fortalecen la barrera cutánea.
Una esencia hidratante rica en humectantes es esencial para reconstruir la barrera de hidratación y mejorar la elasticidad de la piel. Nuestra fórmula contiene extracto de hongo de nieve, un potente hidratante rico en polisacáridos y antioxidantes que favorece la retención de humedad, alivia la inflamación, promueve la cicatrización y protege la barrera cutánea . También es rica en otros hidratantes con respaldo científico como la glicerina, la alantoína y el ácido hialurónico, excelentes para la piel seca y dañada.
Las ceramidas son esenciales
Otro ingrediente clave para añadir a tu rutina de reparación de la barrera cutánea son las ceramidas. Las ceramidas son lípidos naturales que constituyen casi la mitad de la capa más externa de la piel y son esenciales para protegerla de la pérdida de hidratación y el daño ambiental. Usar una crema hidratante rica en ceramidas imitará las ceramidas naturales de la piel, ayudando a restaurar la barrera cutánea a su función normal.
Simplifica tu cuidado de la piel
El truco para sanar una barrera cutánea dañada es seguir una rutina de cuidado facial sencilla durante una a cuatro semanas, dependiendo de cómo se sienta tu piel. ¡Con menos frecuencia, mejor! Mantén una rutina minimalista y concéntrate únicamente en usar productos que reparen la barrera cutánea.
Rutina matutina: Recomendamos omitir el lavado facial matutino y enjuagar con agua tibia, seguido de una esencia hidratante para calmar e hidratar. Usa una crema hidratante reparadora para fijar la hidratación y luego aplícala en capas con un protector solar para protegerte del daño solar.
Rutina de noche: Por la noche, comienza con un limpiador a base de aceite o agua micelar para eliminar cualquier resto de protector solar o maquillaje. Continúa con un limpiador facial suave que no reseque ni irrite la piel. Enjuaga con agua tibia. Con la piel aún húmeda, aplica una esencia que fortalezca la barrera protectora de la piel y luego un sérum hidratante. Considera usar una crema hidratante más intensa en tu rutina de noche para acelerar la recuperación de la barrera protectora.

Consejo profesional: Para una mayor nutrición, aplica nuestra Mascarilla Facial de Colágeno como último paso de tu rutina de cuidado facial antes de acostarte. Su ingrediente clave, el colágeno de bajo peso molecular, se absorbe rápidamente en la piel para mejorar la hidratación y la elasticidad. También contiene potentes humectantes, emolientes, antioxidantes como la niacinamida y un complejo de ceramidas para ayudar a restaurar la salud de tu barrera cutánea. ¡Deja actuar durante la noche para obtener mejores resultados!